Luis Manuel Santana Castillo (Luis Compraventa)

  

  Luis Manuel Santana Castillo (Luis Compraventa)              

“Las Cosas son del dueño” 

     Campo comercial 

    Luis Santana vino a trabajar a Padre Las Casas desde San José de Ocoa , su pueblo natal, en la década de los 70s con el señor Armando Mejía en un negocio de compraventa al cual llamaban entonces “Compraventa Merceditas” que como su nombre indica se dedicaba a la compra y venta de artículos y especialmente y en este caso a “empeñar”, es decir, la persona que tenía una necesidad iba a la compraventa dejaba un artículo por un valor estipulado y se comprometía a recuperarlo dentro del plazo establecido, normalmente 4 meses, mientras pagaba un por ciento cada mes hasta que recupera su artículo. Este fue el primer negocio de ese tipo en Padre Las Casas.  

A los dos años de estar funcionando este negocio, Armando decide irse a Santo Domingo y Luis se va con él. Pero Luis tenia otra inquietud que era montar su propio negocio, así que dos años después decide regresar y emprender su negocio propio, con las mismas características del primero. 

Se ubica en la casa de la fallecida señora Jorgina Martínez, que queda frente al Comedor La Matica. La gente iba y empeñaba todo tipo de artículos: herramientas de trabajo, electrodomésticos, enseres del hogar; sábanas, toallas, ropa, tenis, gorras; todo lo que le sirviera para sacar un dinerito y satisfacer una necesidad apremiante. 

Se distingue Luis en este trabajo por su disponibilidad de ayudar, flexibilizando el pago de las cuotas, alargando los plazos establecidos, en algunos casos perdonando algunas deudas o retrasos en el pago, en fin, buscando la forma de que el empeñador se llevara su artículo empeñado, porque decía Luis “Las cosas son del dueño”. 

Para el año 1986 contrae matrimonio con la señorita Clarys Martínez Lebrón. A los dos años de casado emigra a Los Estados Unidos dejando un niño pequeño. en US permanece 5 años trabajando duro y ganando poco por lo que decide volver al país a retomar su negocio el cual había dejado en manos de su esposa Clarys y un hermano de ella, Lenin Martínez Lebrón. 

A partir de ahí encara su negocio junto a su mujer con mayor esfuerzo, manteniéndolo bien surtido, sin decir no tengo o no puedo o no se puede, todo el que acudía a él salía satisfecho. Poco a poco la Compraventa Luis, que así se llamaba se fue extendiendo y pasó de ser de una “Casa de empeño” a “Tienda de Muebles y Electrodomésticos”. 

Por el gran volumen de mercancía que manejaba se tuvo que recurrir al alquiler de varios locales alrededor del Higo, incluyendo un moderno local que fue construido varios años después fruto del esfuerzo de su trabajo y ademas de que demandaba un mejor establecimiento. 

Éste se encuenta en la calle Duarte y recibe el nombre de “Comercial Santana, CS SRL”. 

En lo personal

Tiene dos hijos con su esposa de por vida Clarys, que son Braulio y Claribel Santana Martínez, los cuales son dos profesionales para satisfacción y orgullo de su padre que deseaba que sus hijos se superaran el campo profesional, por lo tanto, aún ya empezando su enfermedad no cesaba en su empeño de que alcanzaran esa meta. 

Amante de la política, por lo que en una ocasión quiso postularse para sindico, eso quedo en el intento. Sociable, le gustaba cantar en las fiestas patronales especialmente canciones de Camilo Cesto y Marco Antonio Solís. Bondadoso, ayudando a los que le solicitaban comprándoles recetas, o dándole para el sustento, o sacándolos de algún problema económico. Solidario, casi a todos los entierros especialmente de personas pobres económicamente, Luis asistía y no se iba sin decirle un panegírico 

EN LA ACTUALIDAD 

Luis se encuentra afectado de su salud desde hace varios años, y está bajo el cuidado y protección de su familia. Los amigos de siempre lo visitan y tratan de fortalecerlo. 

Actualmente está en construcción en su etapa final el edificio de tres plantas que albergará toda la mercancía distribuida en diferentes locaciones alrededor del Higo. 

Si Luis pudiera ver y reconocer como ha crecido su negocio se sentiría muy feliz. Luis Santana mientras se hace este trabajo cuenta con 66 años de edad y pertenece a esa generación irrepetible donde el respeto el honor y la dignidad son valores innegociables. 

Este trabajo se ha hecho en reconocimiento a Luis por su entrega al trabajo, su honestidad, humildad y sencillez en el ámbito comercial y en el trato con las personas.